En mi casa
dominicana hay una criada. Ella viene en
las mañanas alrededor de las 7 y sale en las tardes y trabaja lunes a viernes
cada semana. Para mi es algo extraño
porque nunca ha tenido o he vivido en una casa que emplea a una criada
antes. Pienso que en los Estados Unidos
no es común tener una criada, o si uno emplea una criada, ella sólo viene una
vez por semana para limpiar, y solamente es algo muy profesional, sin
relaciones personales. Aquí están en la
casa cada día y a veces parece que pertenecen a la familia. Entonces, pregunté a ella sobre su vida y
experiencia como una criada. Ella se
llama Fanny, y ha sido una doméstica (la palabra que ella usa para describir su
trabajo) por tres años. Trabaja para mi
familia, la familia Checo, por un año y dos meses. Pienso que la familia previa se llame Peres,
pero ella habla muy suave y era difícil entenderla. Hay algunas familias en Santiago que tienen
una doméstica que vive en casa, y también que tiene que cuidar a los hijos de
la familia. Nuestros padres, sin
embargo, son jubilados y sus hijos ya son crecidos y viven con sus esposos e
hijos. Pregunté a Fanny si ella tiene
familia en Santiago porque ella no se queda con mi familia, y ella me contó un
poquito sobre su familia. Me dijo que
vive con su marido y sus tres hijos, Saúl, Gregori y Maria Carmen. Viven en Poblo Nuevo, y ella tiene que tomar
un concho a la casa de los Checo cada día.
Traté
de preguntar sobre su salario, y solamente dijo que está “bien”. Por no querer molestarla o hacerla sentirse
incómoda, cambié el tema de la entrevista a sus trabajos previos. Según Solidarity Center, 90 porciento de las
300,000 domesticas en la República Dominicana son mujeres. No pude encontrar estadísticos oficiales de los
salarios de domesticas pero en 2009 según Wade Shepard en www.vagabondjourney.com, un domestica
tiene un salario de más o menos 6000 pesos por mes. Además de ser doméstica, Fanny ha trabajado en
una cafetería, pero también trabajó como señora de traje. Es decir que creaba trajes de lechones y de otros
personajes para el carnaval. Además dijo
que el trabajo favorito que ha tenido es la artesanía y hacer las caretas, como
hicimos en el Centro León. Ella era una vendedoar de caretas y de lo que yo
entendí, ella las vendió por doce años. ¡Quizás
ella debe enseñarnos cómo hacer las caretas! No parece que ella quiere hablar
mucho de los detalles específicos de ser una doméstica, entonces dejé la
conversación así. Era difícil preguntar
de algo sobre que, a mí, parece grosero hablar, pero me alegro de que tuve una
conversación con ella y no sólo la saludé y agradecí durante el mes en que
estoy aquí.