¡A Bailar!

Ayer, Meg y yo fuimos a una clase de Zumba aquí en Santiago en un gimnasio se llama BioFit. Porque Zumba es un programa internacional y todos los instructores asisten al mismo curso, yo creía que la clase seria por lo menos semejante a las en los EEUU. ¡Pero no fue el caso para nada! La clase, aunque muy divertida, fue exactamente la opuesta de las clases como yo enseño en IU. Por ejemplo, no permiten que haya más que 5 movimientos diferentes en cada canción, pero aquí el choreo era muy pero muy complejo y me parecía como un show, es decir ella no intentó ayudarles a los participantes entender mejor sino que bailaba y nos dejó captar lo que pudimos. Otra diferencia era la música en si. Aquí, se usa más la música tradicional, o sea merengue y salsa, y muy poco de la música pop. Pero  al contraste, en EEUU hay una regla que cada clase tiene que contener dos de cada categoría: cumbia, merengue, salsa,  reggaetón, y pop. Tal vez también tiene que ver con la edad de los participantes pero creo que es bien interesante que sólo había dos tipos de música mayormente en la clase entera. Quizás la diferencia la más interesante que observé era el uso de los tacones o zapatos altos en una clase aeróbica. Cada mujer en la clase, incluso la maestra, llevaba tacones con plataformas y bailaron la clase entera así. En EEUU, nunca haría eso ni me puedo imaginar hacer ejercicio en tacones, pero creo que también tiene que ver con la cultura aquí y son muy comunes en todos lados, no solo en el gimnasio. Pero sobretodo, me divertí mucho en la clase y aprendí algunos pasos nuevos para incorporar en mis clases en los EEUU. Indudablemente, me gustaría regresar a otra clase de zumba antes de que me vaya, pero primero tal vez debo comprar unos zapatos altos para ver la “experiencia compleja.”