lunes, 26 de mayo de 2014

Los tigres sin selva


Estar en un país diferente siempre produce memorias y experiencias que nunca vas a olvidar. Pero, también hay aspectos tan raros que pueden hacer la vida un poco difícil hasta que te acostumbres a esta nueva manera de vivir.
Para mí, este aspecto en la República Dominicana es el tratamiento de las mujeres en la calle, y el silbido que acompaña. En los Estados Unidos, es común que los hombres digan algo en la calle por las noches cuando regreso de los bares, pero solo actúo como si no los oigo. Pero aquí es diferente. Los hombres hacen sonidos como animales, y tienen conversaciones con sus amigos de qué les gusta sobre tu cuerpo. Muchas veces me siento avergonzada, porque me llaman “negra,” que ya sé que es un término de cariño, pero no me gusta ni un poco. Hablan tan fuerte que todos los demás los pueden oír y siento como si fuera un programa de televisión que todos están mirando.
Algunas veces los hombres en moto gritan cosas cuando pasan por la calle. Esto es más fácil ignorar, porque sólo pasan por como 3 segundos. Es un fenómeno interesante porque muchas veces cuando los hombres hicieron los sonidos de “hiss-hiss” no llevaba ni una gota de maquillaje, mi pelo estaba tirado por mi cabeza y mi ojo estaba hinchado. Entonces no me voy a mentir: aunque realmente odio la antención por la calle, es un impulso a mi ego porque sé que alguien piensa que parezco linda. Ya sé que ellos realmente no creen que somos lindas cuando gritan y que gritan a cualquier vagabunda que pase, pero es algo psicológico.
A pesar de todo eso, todavía estoy agradecido que gritar y hacer sonidos de animal por la mayor parte no está aceptado en los Estados Unidos. Entonces va a ser refrescante cuando regreso a casa.
Un tigre dormido en su selva personal

1 comentario:

  1. Being in a different country produces memories and experiences that you’ll never forget. But, there are also weird aspects that can make life a little bit difficult until you are accustomed to the new way of living.
    For me, this aspect in the Dominican Republic is the treatment of women in the streets and the whistles the accompany it. In the United States, it common for men to say something to me in the streets at night when I return from the bars and I just act like I don’t hear them. But here it’s different. The men make animal noises and have conversations with their friends that they like your body. I often feel embarrassed because they call me “black,” which I know is a term of affection, but I don’t like it one bit. They talk loudly and it feels like I’m in a television show with everyone watching.
    Sometimes the men on motorcycles yell when they pass on the street. This is easier to ignore because they only pass for a few seconds. It’s an interesting phenomenon because the men even made hissing sounds when I wasn’t wearing a drop of makeup, my hair was up, and my eye was swollen. I’m not going to lie, it is a bit of a confidence booster to know that someone thinks you look good. I know that they don’t really think we’re pretty/beautiful when they yell at any person that passes by, but it’s a psychological thing.
    Despite all of that, I’m grateful shouting and making animal calls is not accepted in the U.S. It will be refreshing to come home!

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