miércoles, 28 de mayo de 2014

La buena vecindad dominicana

 He notado varias diferencias culturales aquí en la República Dominicana. Por ejemplo, la gente (especialmente los vecinos) es más amigable que la gente de los Estados Unidos. En Bloomington, nadie se para en la calle para saludar a un extranjero. Simplemente, es algo que no hace la gente en la mayoría de los Estados Unidos. Por otro lado, aquí mucha gente saluda a nosotros como si fuéramos conocidos y si no dice nada, por lo menos nos sonríe. Cally e yo tenemos un vecino que se llama Chilo y él llevó nuestras maletas al apartamento cuando llegamos el primer día para que no tuviéramos que subir las escaleras con el equipaje tan pesado. También, Chilo esperó a los otros estudiantes con nosotras fuera del edificio de apartamentos el segundo día porque no quería que esperáramos solitas en la calle. Mientras eso, nos dio consejos de la seguridad en la ciudad; nos dijo que no deberíamos hablar con toda la gente en la calle porque aunque él es un hombre simpático, no todos son así. Una noche, hace tres o cuatro días, él nos preguntó si nos gustan los mangos y dijimos que sí, claro. Luego nos dijo del árbol de mango que se queda al otro lado de la calle de nuestro apartamento y nos lo mostró por la ventana. Después de contarnos del árbol, se fue sin decir nada y pensábamos que era un poco raro, pero Chilo es así a veces…puede desaparecer en cualquier momento. Pasaron como cinco minutos y él regresó con dos mangos en la mano; uno para nosotras dos. No es decir que todos los vecinos dominicanos se portan de la misma manera, pero nunca he conocido a nadie que cuida a la gente así, especialmente la gente a que no conoce muy bien. 

1 comentario:


  1. The Good Dominican Neighborhood
    Various different cultures are noted here in the Dominican Republic. For example, the people (especially the neighbors) are more friendly than the people of the United States. In Bloomington, no one stops in the street to greet a foreigner. Simply, it is something that the people in the majority of the United States do not do. On the other hand, here many people greet us as if we are acquaintances and if they don’t say anything, they at least smile at us. Cally and I have a neighbor who is called Chilo and he brought our luggage to the apartment when it arrived on the first day so that we did not have to climb the stairs with the very heavy luggage. Also, Chilo waited for the other students with us outside of the building of apartments the second day because he did not want us to wait alone in the street. While that, he gave us advice of the security in the city; he said that we should not talk with all of the people in the street because although he is a friendly man, all are not like that. One night, there were three of days, el asked us if we liked the mangos and we said yes, true. Later he told us the tree of mangos that are left on the other hand of the street of our apartment and he showed us that through the window. After he told us about the tree, he left without to say anything and we though that this was a little rare, but Chilo is like this sometimes…he can disappear at any time. Like five minutes passed and he returned with two mangos in his hand; one for both of us. It is not to say that all the Dominican neighborhoods act in the same manner, but I never knew anyone who cares for the people like this, especially the people that I do not know well.

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